Esta técnica, que utilizamos para algunas de nuestras colecciones, es un proceso electroquímico por el cual se puede recubrir un metal con una ligera capa de otro metal, o productos especialmente desarollados para ello, como los baños de cerámica .
Su función general es la de proteger la superficie del metal sobre la cual se realiza el proceso o cambiar su aparencia/ acabado.
Entre los procesos electroquímicos que usamos en Ardentia, diferenciamos el chapado en oro, el baño de rodio y de plata, así como los acabados de colores a base de cerámica.
Antes de dar a nuestras piezas un aspecto diferente, mediante estos baños galvánicos, se prepara la superficie para conseguir unos resultados impecables. Para ello, lijamos y pulimos las piezas hasta obtener un pulido espejo con el que obtendremos un resultado final en brillo.

Otras de nuestras colecciones, diseñadas con texturas o formas geométricas, o naturales, no requieren el proceso de pulido pues su diseño está desarrollado para crear, con diferentes tipos de baños, unos acabados únicos en mate.

Para la realización de los baños decorativos usamos una máquina de galvanotécnica, especialmente desarollada para la joyería, completamente equipada para la realización del galvanizado, además de los procesos previos, como la limpieza de la pieza por ultrasonido y el desengrase mediante sales. 

Nuestras joyas pasan, conectadas mediante un hilo de cobre que conduce la corriente eléctrica, por varios recipientes con diferentes líquidos antes de realizar el acabado/baño final. Cada proceso exige un voltaje distinto, por lo que es recomendable que nuestra fuente de alimentación disponga de un sistema de regulación de voltaje. Cada proceso tiene un rango de tensión diferente y también distintos periodos de tiempo en los que se mantienen sumergidas las piezas. 

Mientras los baños de oro, plata y rodio finalizan al terminar el tiempo necesario sumergidos, el galvanizado cerámico requiere un horneado a 150 grados como último paso para la solidificación de la capa aplicada. En cuanto las piezas salen del horno ya solo es necesario retocarlas para quitarles el color del galvanizado en las zonas no deseadas.

A partir de ese momento, nuestras joyas ya están listas (para brillar en nuestros clientes).