Hoy me ha llegado un Whatsapp que me traía una muy mala noticia.

Mi amigo Jesús Vázquez Bautis ha muerto el sábado. Este azabachero y orfebre del barrio de Vista Alegre, en Santiago de Compostela, se prestó a enseñarme en su taller, hace ahora casi 29 años, un oficio con el que he podido llevar adelante un proyecto personal que hoy conocéis como ardentia.

Pocas personas como él me han hecho apreciar la humildad y la alegría del buen vivir, sin molestar a nadie.

Voy a extrañar mucho la retranca gallega que tanto utilizaba en sus chanzas cuando nos veíamos y compartíamos un rato. La última vez que nos vimos y nos pusimos al día de nuestras vidas fue en el alto del Cebreiro, donde estaba viviendo y trabajando en una especie de retiro espiritual de su intensa vida compostelana.

Suso tocaba la guitarra, los teclados y un viejo acordeón, instrumentos con los que acompañaba su entonada y poderosa voz, voz con la que acostumbrada a cantar en publico un variado repertorio de canciones, pese a ser una persona especialmente tímida a la que quizás el ambiente de taberna lo desinhibía, despertando su vena artística.

Nunca podré olvidarme de los momentos compartidos con Suso, el Marqués de Vista Alegre, y siempre lo recordaré saliendo del barrio de Vista Alegre con su Mercedes antiguo color crema, con una Zodiac en la baca, con su nevera de playa llena de botellas de Viña Costeira puestas a enfriar y su viejo acordeón en el asiento de atrás, preparado para disfrutar de una buena tarde de pesca en algún río de Galicia.

Los que hemos tenido la suerte de conocerlo sabemos bien que con su vida, sin duda, se podría componer un precioso Tango de los que tanto le gustaba cantar...

Suso, un placer haberte tenido de maestro en el oficio y en tantas otras pequeñas cosas.

Luis Ardentia